Cómo elegir un buen desmaquillante según nuestra piel

Los desmaquillantes nunca deben faltar en tu rutina de belleza, eso sí, tienes que decantarte por los más adecuados según tu tipo de piel. Ya sabes que la higiene facial es un paso clave para mantener tu epidermis cuidada y fresca. Para ello, es imprescindible que la limpies correctamente a fin de eliminar los residuos químicos y ambientales.

Elegir el producto idóneo es vital para garantizar excelentes resultados; de lo contrario, podrías irritar tu cutis o causar daños a largo plazo en el peor de los casos. Aquí te proporcionamos toda la información que necesitas.

¿Son todos los desmaquillantes iguales?

El mercado actual te ofrece una amplia variedad de artículos para eliminar el maquillaje, de modo que encontrar el más apropiado puede resultar una tarea un tanto complicada. Además, teniendo en cuenta la gran diversidad de epidermis, algunos funcionan mejor que otros según las particularidades de esta. Por consiguiente, no hay artículos idénticos para todo el mundo, al igual que tampoco existen bases de maquillaje universales.

Como regla general, debes optar por un desmaquillante suave, con un pH básico y que sea seguro de aplicar alrededor de los ojos. Muchos limpiadores faciales pueden ser extremadamente irritantes y tienden a resecar las zonas más delicadas del rostro.

¿Qué características debe reunir un buen desmaquillante?

Un buen desmaquillante tiene que adaptarse a la perfección a tu tipo de piel. Por ejemplo, si la tienes grasa, deberás elegir purificantes y decantarte siempre por los oil-free. En esos casos, las aguas micelares son estupendas para eliminar el exceso de sebo y las impurezas.

Sea cual sea tu epidermis, de manera general te recomendamos que escojas aquellos que reúnan las siguientes características.

Suave

Normalmente, los desmaquillantes tienen un pH de 4.5 a 5.5, el cual favorece la nutrición de la tez y evita que surjan escamas o sufras una dermatitis. Por ello, es crucial que escojas un producto que contenga esta cantidad o alguna más baja, pues si optas por una más alta, pondrás en peligro la salud de tu tez. Ten presente que el rostro es mucho más delicado que el resto del cuerpo.

Según tu tipo de piel y necesidades

Se ha demostrado que el agua micelar cierra los poros, mejora el aspecto de la piel seca o dañada e incluso tiene ciertas propiedades antienvejecimiento. Este artículo se adapta perfectamente a todo tipo de epidermis: seca, normal, mixta, grasa o sensible.

De forma más específica, nuestra sugerencia es que, si sufres de cutis seco o deshidratado, te decantes por productos como las leches desmaquillantes o los bálsamos nutritivos. Ambos son muy delicados y favorecen y preservan la hidratación natural. Asimismo, en caso de que tu epidermis sea sensible, estos artículos tienen un efecto antiinflamatorio muy eficaz.

Menos químicos

Cuantos menos químicos tengan y más naturales sean, mejor. A veces, los que tienen muchos ingredientes sintéticos deshidratan la piel. Igualmente, las fragancias artificiales y los conservantes pueden causar problemas a las epidermis sensibles.

Analiza tus gustos

Sabemos que el proceso de desmaquillarse da mucha pereza. Por eso, te aconsejamos que elijas un formato que te resulte atractivo y te apetezca usar. Pueden ser bálsamos, aguas micelares o leches. Si seleccionas el que te guste, tendrás más ganas de llevar a cabo esta tarea.

Otros consejos sobre la higiene facial

Por supuesto, no solo los desmaquillantes son esenciales en la higiene facial cotidiana. También debes seguir una serie de pasos que te ayudarán a mantener tu cutis saludable. Con el fin de echarte una mano, aquí te damos 8 consejos para el cuidado de piel dentro de tu rutina de belleza.

  1. No te toques la cara demasiado y más si no tienes las manos limpias. Sobre todo, si tienes la piel grasa y con tendencia al acné.
  2. Lávate siempre el rostro antes de acostarte por mucho sueño que tengas, especialmente si te has maquillado. Irse a la cama con el maquillaje puesto es una de las principales causas de irritación y sequedad. Lo ideal es que te habitúes a limpiarla en profundidad y después apliques una crema de noche una hora antes de dormir.
  3. Utiliza los productos adecuados según tu tipo de epidermis. En este sentido, te recomendamos huir de los tónicos fuertes con base de alcohol. Estos eliminan los aceites naturales de nuestro cutis, los cuales son necesarios para su protección.
  4. Exfolia tu tez una vez a la semana como mínimo. Si tu piel es grasa, aumenta a dos días. Incluso si has tenido una jornada larga y solo quieres acostarte, es importante que te asegures de lavarla, exfoliarla e hidratarla antes de acostarte. La exfoliación es un tratamiento profundo que ayuda a mantener los poros abiertos y limpios. A continuación, emplea una crema hidratante de día o de noche.

En definitiva, los desmaquillantes que uses deben cumplir una serie de características adecuadas para tu tipo de epidermis. Asimismo, como has podido comprobar, tienes que decantarte por los más suaves y por aquellos que contengan ingredientes naturales. De igual forma, si sigues nuestros consejos, darás un extra de tu salud a tu rostro.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *