Comienza el verano y, con él, los días de playa y piscina, comer en terrazas y, sobre todo, tomar mucho sol. Esta es la época del año en la que más disfrutamos al aire libre, pero también la que más peligro representa para nuestra piel. En este sentido, las manchas en la piel son un problema muy habitual y, una vez que aparecen, resulta muy complicado deshacerse de ellas. En este artículo te contamos cómo se forman y qué puedes hacer para evitarlas.
¿Qué tipos de manchas existen y por qué se producen?
Las manchas solares son bastante antiestéticas y, si las tienes, seguramente hayas tratado de eliminarlas varias veces. Vamos a ver en primer lugar qué tipos existen y por qué se forman:
Lentigos solares o seniles
Se trata de las manchas más típicas. Tienen un color marrón, que puede ser más o menos oscuro, y su forma es irregular. Aparecen por un aumento del número de melanocitos (células responsables de la producción de la melanina).
Se manifiestan en la cara, escote, espalda, hombros, y, en general, en las zonas del cuerpo más expuestas a la radiación solar. Las pieles más propensas a desarrollarlas son las claras, de fototipo 2-3.
Melasmas
Conocidas también como cloasmas, su aparición se debe al aumento de melanina en la piel. Suelen diseminarse por el rostro, la frente, las mejillas y el labio superior. Aunque pueden padecerlas personas de ambos sexos, es mucho más habitual en las mujeres por la relación directa que hay con los niveles hormonales.
Por otro lado, has de saber que el embarazo también favorece su desarrollo, así como los tratamientos anticonceptivos. Otra de las diferencias con el lentigo es que son más comunes en pieles más morenas. No desaparecen por sí solas, aunque dependiendo de la época del año, tienden a suavizarse cuando hay menos sol.
Hiperpigmentación posinflamatoria
Este tipo de manchas surgen después de una lesión cutánea y se desencadenan por la manera en la que la piel se regenera tras esta lesión. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, sobre todo tras una exposición al sol prolongada. Su color es variable. De hecho, pueden adquirir un tono rosáceo o rojo, marrón e incluso negro. El tono de la piel (si es más clara o más oscura) determinará el color de estas manchas. En cualquier caso, se producen en cualquier tipo de cutis, ya que se trata de un aumento de la melanina como respuesta a la inflamación por una lesión.
¿Cómo podemos combatir las manchas de la piel?
No siempre es posible evitar las manchas en la piel, puesto que los cambios hormonales no son algo que podamos elegir. No obstante, sí que podemos tomar ciertas precauciones para minimizar su impacto.
El protector solar es algo que no debes olvidar nunca, ni siquiera en invierno. Esta es la única forma efectiva de evitar la hiperpigmentación de ciertas zonas y de frenar el envejecimiento de la piel a causa del sol. Además, asegúrate de que sea, al menos, FPS 30.
Por otra parte, también es muy importante que no descuides la higiene (para que no aparezca el acné) y que evites las horas más fuertes de sol, entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde.
Si ya tienes varias manchas en la piel y quieres deshacerte de ellas o, al menos, aclararlas al máximo, puedes optar por el uso de cosméticos despigmentantes, pero debes tener en cuenta varios factores para elegir el que mejor se adapte a las características de tu dermis. Te damos algunas recomendaciones sobre los más eficaces del mercado para tratar este problema:
- Sérum antimanchas con P-resorcinol y vitamina C. Estos dos componentes logran unificar el tono del cutis, a la vez que impiden la aparición de nuevas manchas. Tienen una acción progresiva en la piel que irás notando con el paso de los días. Aplícalo preferiblemente por la mañana y asegúrate de que lo haces con el rostro bien limpio. También es recomendable que te lo pongas en el cuello y el escote.
- Concentrado con P-resorcinol puro. Este producto actúa regulando la producción de melanina. Debes emplear una sola gota por la noche y, en la primera semana, durante días alternos. Recuerda que has de aplicarlo en las zonas más expuestas al sol, como, por ejemplo, el rostro y el cuello.
Aparte de los cosméticos despigmentantes, debes tener en cuenta otros factores que te van a ayudar a combatir el problema. Como te hemos comentado antes, una buena higiene facial es un paso que nunca has de saltarte. Si además utilizas un buen exfoliante facial para deshacerte de las células muertas y mejorar la textura de la piel, mucho mejor. Recuerda que no es bueno exfoliar la piel todos los días, así que hazlo, como mucho, una vez por semana.
Sigue estas recomendaciones y verás cómo, antes de lo que piensas, las manchas de la piel han desaparecido.